El tabernaculo de Reunio, 3

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Los Utensilios Del Atrio



  
El Altar De Sacrificio O El Altar De Bronce – Éxodo 27:1-8; 38:1-7

El altar de bronce era de madera de acacia y tenía cuernos en sus esquinas. Estaba cubierto de bronce. Este material simboliza sacrificio. Al cruzar la puerta lo primero que se encontraba era con “el altar de sacrificio.” Lo primero que nos es revelado al entrar por la puerta que es que Jesús se entregó y murió, derramando su sangre por nuestros pecados. Esto se hacía para quitar el pecado del que traía la ofrenda, otras veces para propiciar el pecado del pueblo (Romanos 3:24-25).

Efesios 1:7, En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia

Mientras que el sacrificio de animales solo cubría el pecado, el sacrificio de Cristo tiene tres beneficios en el ser humano. Escribir los tres beneficios junto al tiempo (pasado, presente, futuro) al que hace referencia:

Beneficio Tiempo

1) Nos perdona   1) el pasado
2) Nos limpia       2) el presente
3) Nos justifica    3) el futuro

Simbolismo Evangelio

Jesús era el Hijo de Dios                            -Juan
Jesús era Rey                                             -Mateo
Jesús el Salvador                                       -Marcos
Jesús Hijo del Hombre sin pecado             -Lucas

El Altar De Sacrificio Nos Revela:

a) el poder de la sangre (Romanos 5:9; 1 Juan 2:1)
b) los efectos de la muerte

Lugar De La Matanza

Nuestro altar o nuestro lugar de matanza es la cruz, donde Jesús murió por nosotros; pero también donde nosotros morimos cada día para seguir sus pasos. No podemos experimentar el poder de Dios sin experimentar la muerte a sí mismo, es decir, al yo. ¡Debemos crucificar la carne! Los primeros que veían los sacerdotes al entrar al patio eran “la muerte” (1 Corintios 15:31).

Romanos 8:13, Porque si ustedes viven conforme a (la carne), morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.

Pablo es un ejemplo de la transformación y del modelarse a la imagen del hombre de Dios en el corazón y voluntad humana – Filipenses 3:4-14.

• Aquello que antes le daba valor y arriesgaba su vida, ahora lo tiene como pérdida por amor de su nombre.

• Todos sus planes y conceptos los da por perdidos porque ahora ha alcanzado un conocimiento más elevado y más excelente (Job 23:10; 42:5)

• Ya no podía refugiarse en la estirpe generacional, ni su religión, sino que ahora viviría por fe, dependiendo del invisible, aunque visible en su mente, al recordar la luz que lo cegó en lo físico, pero le abrió su entendimiento para conocerle y entender por el Espíritu el sacrificio de Cristo.

• Siendo semejante al maestro en su muerte, sabía que no era perfecto y que todavía no había alcanzado la meta. Pero logró poner su mente fija en la meta, aquella meta que le fue impregnada el día de la revelación. “YO SOY JESUS a quien tú persigues”.

Sus propósitos cambiaron para llegar a la meta prometida, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

El proceso de muerte comienza en:

• En el altar de la entrega sin reservas, incondicionalmente a Dios (Gálatas 2:20).

• En el altar del ayuno y oración. Allí es donde doblegamos nuestra carne y ponemos toda nuestra vida y tiempo en su presencia (Salmo 63:1).

• Presentado nuestro cuerpo como sacrificio vivo (Romanos 12:1).

Ahí es donde comenzaremos a disfrutar de la plenitud de su presencia y una vida victoriosa en Cristo. En el altar es donde le entregamos a él, aun lo más íntimo, lo que más amamos.




Los Cuernos Del Altar

El altar tenía cuatro cuernos en los que se ataba a la víctima antes de ser sacrificada. Estos cuernos se inclinaban hacia los cuatro puntos cardinales. Cristo se entregó voluntariamente como víctima y subió al Gólgota, lugar llamado Calavera por nosotros. Nosotros también tenemos que abrazarnos o atarnos al cuero del altar de Dios y convertirnos en sacrificio vivo, agradable y perfecto para Dios.

Romanos 12:1, Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

La Fuente O Lavacro – Éxodo 30:18-21
Esta fuente serviría para lavar los pies y las manos de los sacerdotes antes de entrar a la tienda. El material para hacerlo sería los espejos de las mujeres (Éxodo 38:8).


Santiago mismo, muchos años después, explica el enlace y da una clara referencia de esto. Todos aquellos que escuchan la Palabra, pero se olvidan y no la practican, dice que se comparan a un hombre que mira en un espejo su rostro y luego se olvida.

Explicar la conexión de estos espejos con la palabra, según Santiago 1:25.

Si escuchamos y prestamos atención a la Palabra de Dios y perseveramos en ella, no nos engañaremos a nosotros mismos, sino que llevaremos fruto.

Santiago 1:25, Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

Por eso vemos que la FUENTE reflejaba el rostro del que se miraba, esto era sombra de la Palabra de Dios.

Éxodo 30:20-21, Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, se han de lavar con agua, y no morirán: y cuando se llegaren al altar para ministrar, para encender á Jehová la ofrenda que se ha de consumir al fuego, También se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones.,

Una vez que pensamos por el altar del sacrificio, ya estamos limpios, pero ahora tenemos que lavar los pies y las manos. Los sacerdotes no usaban calzado para recordar que aún tocaban el polvo, todavía tocaban tierra.

 Los pies significan nuestro caminar o peregrinaje. 

• Las manos significan nuestras obras.

Tenemos que lavar diariamente nuestros pies, para que nuestro andar se preserve limpio al tocar el polvo de la tierra.

Juan 13:6-7, Entonces vino á Simón Pedro; y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? Respondió Jesús, y le dijo: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después.

Estamos lavados en la Sangre de Cristo pero todavía andamos en esta tierra y el polvo nos contamina. Cada día tenemos que limpiarnos con el agua que es la Palabra. El agua tiene dos funciones principales: nos vivifica y nos limpia.

Salmo 119:107, Afligido estoy en gran manera; vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

¿Qué Fue Lo Que Hizo Jesús Por Mí En La Cruz Del Calvario?

 Nos redimió:

Redención: Es liberar mediante el pago de un precio. Veamos una de los tantos significados (más de treinta) del griego:

1. Agorazo: significa comprar en el mercado al esclavo.
2. Exagerado: comprar y sacar del mercado al esclavo.
3. Lutroo: poner en libertad (soltar) mediante el pago de un precio.

 Él fue nuestra expiación

Expiación: Cubrir (en el Antiguo Testamento. Salmo 85:1-2, Señor, tú has sido bondadoso con esta tierra tuya al restaurar a Jacob; perdonaste la iniquidad de tu pueblo y cubriste todos sus pecados); Quitar (en el Nuevo Testamento. ).

Hebreos 10:4, Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

Hebreos 9:11-15, Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es á saber, no de esta creación; Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, más por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra, rociada á los inmundos, santifica para la purificación de la carne, ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

Hebreos 9:23-26, Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios. Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena; De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: más ahora una vez en la consumación de los siglos, para desasimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.

• Fue nuestro propiciatorio

Propiciación: conciliar (apaciguar) el partido ofendido. Cristo apaciguó la ira y la justicia de Dios cuando murió en la cruz.

Una vez que nos limpiamos de nuestros pecados diarios estamos listos para pasar por la segunda puerta y entrar al Santo Lugar. Al entra encontramos la revelación de la verdad.


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